Deportivo Morón ganó un duro partido en su casa 1 a 0 contra Sarmiento para zafar del descenso y empezar a ilusionarse con el reducido.
El fútbol es uno de los deportes más lindos y más pasionales que existen. Hoy quedó demostrado en el estadio Nuevo Francisco Urbano, donde el público hincha del Deportivo Morón, a pesar del paro de colectivos asistió de todas maneras para presenciar el encuentro contra Sarmiento. Y así como llegaron, se fueron. Eufóricos, con el ansia de pelear el reducido para la primera del fútbol argentino y primordialmente escapar de la zona del descenso.
El partido comenzaba un poco más a favor del equipo de Junín que tuvo una chance muy clara cerca de los quince minutos cuando Cacheiro desbordó por la banda derecha, metió un centro atrás y Caviglia disparó apenas al lado del palo derecho de Álvarez. El gallito reaccionó y mostró su poderío ofensivo con un disparo de Pumpido y dos de Giménez desde larga distancia.
Final del primer tiempo y crecía la ansiedad en la parcialidad local, por un lado comenzaba a disiparse el terror de los promedios, pero aumentaban las ganas de poder acceder a los primeros puestos del reducido.
El segundo tiempo estuvo pintado de rojo y blanco. Dominaba Morón, proponía, tenía buenas apariciones pero faltaba la eficacia para definir frente al arco. Guzmán comenzó a hacer desorden por la banda derecha donde pasó varias veces imponiendo velocidad y gambeta , e incluso se animó a tirar un caño que encendió al público al coro del famoso “oleee”.
Cerca de los treinta minutos un rebote que la quedaba después de un córner a Pumpido, terminaría en un centro que, después de una jugada de flipper en el área, quedó para Rossi que apareció como una exhalación para definir a quemarropa frente al arquero Pellegrino. Fue un grito de desahogo, pocas veces puede verse semejante magnitud de pasión a la hora de gritar un gol que valía oro.
Los últimos minutos fueron para el gallo que manejaba la pelota, y metía cambios más defensivos para resguardar el resultado. Sarmiento por su parte esperaba agazapado alguna contra, buscando con pelotazos que nunca llegaron a encontrar a sus delanteros. Eso se pensó, hasta el minuto final del encuentro, porque un pelotazo largo provocaría el error en la última línea de Morón y Passerini intentó el empate casi cayéndose, sin lograr éxito.
Final sufrido entonces. Sarmiento dejó pasar una chance importante de afianzarse en el octogonal, e incluso jugar por el ascenso directo, mientras que Deportivo Morón tuvo un premio doble. Por un lado, logró la permanencia definitivamente en la B Nacional y además se ubicó noveno con 32 puntos buscando el ascenso a la máxima categoría via reducido.
Un dato de color que hace ver la pasión que existe tanto del lado de los hinchas como de los jugadores. En el vestuario, en un momento que la puerta quedó entreabierta, se podía ver a Rossi que , mientras miraba una conocida página que tiene los promedios del fútbol argentino, se alegraba al grito ¡Zafamos del descenso carajo!