La derrota 8-1 ante Honduras en 2012 fue el empujón al abismo, y a su vez, el punto de partida para empezar a moldear un proyecto a largo plazo. Pasaron diez años de aquél encuentro clave para Canadá, que a partir de allí inició un proceso de transformación integral.
La clara diferencia con las potencias del continente marcaron un déficit traducido a una sola clasificación a mundiales en 1986, luego de eso, accedió por última vez al hexagonal final clasificatorio por Concacaf en 1998, quedando cómodo en el último lugar rumbo a un certamen al que accedieron Estados Unidos, México y Jamaica.
Su relación con el Mundial de México tuvo otro punto que emparenta a Canadá con el certamen: John Herdman,el actual entrenador, vivió ese mundial en carne propia con la eliminación de su Inglaterra tras una actuación soberbia de Maradona.
Herdman fue un eslabón clave en este crecimiento. Sin ser jugador profesional entendió que en su país le sería difícil ganarse un lugar por eso armó las valijas y partió rumbo a Nueva Zelanda, donde realizó un proceso impecable, clasificando a la selección femenina a los mundiales sub 20 de 2006 y 2010 y al de mayores en Alemania 2011.
Fue en Oceanía donde se empapó de los procesos de trabajo de otras disciplinas como el rugby y el hockey sobre césped, métodos que acopló a su manual de estilo. Canadá confío en sus bondades y lo nombró seleccionador de su equipo mayor de mujeres donde consiguió el oro en los Juegos Panamericanos 2015 y bronce en los Juegos olímpicos de Londres 2012 y Río 2016. Tras 7 años le llegó la oportunidad de comandar el elenco masculino, donde realizó una Eliminatoria histórica.