Diana Carreño dio a conocer intimidades de como vivía la familia y el propio Fideo, hoy de un presente magnífico con la Albiceleste, las críticas que le llegaban en su momento. «Era muy feo verlo sufrir y nos hacía mal», confesó.
«Yo le decía a Ángel que tenía que irse de la Selección porque era muy feo verlo sufrir y nos hacía mal. Lloré mucho cuando lo criticaban, pero él nunca se enteró. Si se quedó fue porque una vez me dijo ‘mami, me voy a quedar porque vos me enseñaste que nunca hay que bajar los brazos´», explicó.
Claro, más allá de entrar en detalles sobre los momentos en donde todo se hacia cuesta arriba para Di María en la Selección, también se refirió de lleno a la alegría que le produjo -y produce- el cómo se «dio vuelta» la historia a partir del destacado presente de su hijo, quien se erige como una de las figuras del equipo y uno de los más ovacionados por el hinchas tras la consagración en el Maracaná. «Lo que estoy viviendo no se puede expresar con palabras. Ángel está logrando lo que quería: el reconocimiento de todos», deslizó.
En esa línea, agregó: «Yo siempre le decía que nunca tenía que bajar los brazos. Es el mensaje que teníamos que darle y darles a todos los niños que sueñan triunfar. Para nosotros fue muy doloroso escuchar todas las cosas que escuchamos sobre él. Ahora se dio vuelta todo y los que lo criticaban ahora están hablando a boca llena. El rosarino siempre cae, siempre hablan. Los de Buenos Aires juegan mal y no se los critica tanto como a los jugadores rosarinos. Yo estoy feliz ahora y trato de olvidar el pasado, porque los veo más tranquilos y confiados».