Quique Monleón Ciurana

Andriiy Lunin y Stefan Ortega, ucraniano y germano, supieron esperar sus correspondientes oportunidades disfrutando a día de hoy de su juego en los dos equipos más grandes de la Europa Moderna.

La paciencia da frutos y sabe a gloria. Andriiy Lunin y Stefan Ortega, destacados porteros que han vivido a la sombra de dos de los mejores guardametas del mundo como Courtois y Ederson, decidieron ser pacientes disfrutando ahora ellos de un final de temporada repleto de oportunidades a causa de las lesiones de belga y brasileño. La paciencia y perseverancia, incluso considerando la posibilidad de salir cedidos a otros equipos (como en el caso de Lunin), han dado resultados esta temporada 23-24, siendo testigos de oportunidades y momentos brillantes que han marcado la diferencia. Actualmente, sus equipos están al borde de culminar una temporada excepcional: unos como campeones de la Premier, otros como triunfadores de la Champions.

Si hace una año le comentas a Stefan Ortega o Andriy Lunin que a día de hoy podrían haber decidido un título de Premier League o el haber colocado a su equipo en la final de la Champions League posiblemente no se lo creerían o reirían en tu cara porque es un hecho que, tanto Real Madrid como Manchester City (los dos mejores equipos del mundo actualmente) tienen grandes porteros titulares temblando ambos clubes cuando estos se lesionan. Esta temporada hemos podido ver que las lesiones de ambos jugadores no son un impedimento para seguir ganando teniendo tanto españoles como británicos verdaderos guardaespaldas en el caso de que Courtois o Emerson se lesionen como esta temporada está siendo cotidiano. 

Ser suplente en un equipo grande, por muy bueno que seas técnicamente, es como ser un estudiante de matrícula de honor que entra en la universidad pública: uno más. Este es el caso de Lunin y Ortega, dos porteros de los que no se duda de su calidad (habiendo sido visto esta temporada el nivel que ambos tienen en sus guantes) pero que, y por muy buenos que puedan llegar a ser tanto ucraniano como hispano-germano, tienen a dos de los mejores porteros jugando por delante de ellos en los que actualmente son los dos mejores equipos del mundo como bien son Real Madrid y Manchester City, donde también están dos de los mejores entrenadores del mundo bien característicos por tener su once de confianza donde es realmente complicado el hacerse con un puesto a menos que ocurra una coincidencia en ambos equipos esta temporada: la lesión del portero titular.

Lunin llegó al Real Madrid en 2018 habiendo cumplido la mayoría de edad, procedente de su país natal (Ucrania) con la premisa de cubrir el hueco de segundo portero que dejó Keylor Navas, quien buscaría fortuna en París tras el fichaje de Thibaut Courtois por el conjunto blanco esa misma temporada procedente del Chelsea donde hubo cuajado grandes temporadas haciéndose hasta en dos ocasiones con el campeonato liguero y, como todos recordamos, habiendo pasado por el Atlético de Madrid, vecino de los madridista a quienes no sentó de la mejor manera posible el fichaje del belga por el conjunto de la Castellana.

Las primeras temporadas en el Real Madrid del portero ucraniano no serían para nada fácil: el fichaje del portero belga truncó las posibilidades de titularidad de un Lunin que debió buscarse los minutos fuera del Real Madrid: hasta en 3 equipos cedido estuvo el portero de la Europa Oriental. Tras Leganés, Valladolid y Oviedo, donde fue fundamental para mantener las aspiraciones del club por aquel: mantenerse en una segunda división donde el Oviedo parecía estar ya establecido para diferentes estancias del club en la 2B no hacia tanto tiempo. Encajando 20 goles en 20 partidos, conseguió mantener al Oviedo, característico club a causa de su inestabilidad en la división de plata (una temporada es capaz de cuajar números de play-off, otra te firma números de contendiente al descenso) en la segunda división, metiéndose a la afición blanquiazul en el bolsillo a causa de su capacidad a la hora de atajar penaltis (6/6 fueron los parados por el ucraniano durante su estancia en el Tartiere) o la brillantez e incapacidad de ponerse nervioso en el 1vs1. Un gran portero se estaba curtiendo en la segunda división tocando dar el salto a la élite.

Saliendo Areola por la puerta de atrás después de una temporada donde el francés dejó dudas como suplente de un Courtois infranqueable, pondría rumbo a la Premier dejándole el sitio un Lunin quien padecería la misma situación que a aquella la cual le obligó a abandonar el Madrid hacia la batería de cesiones que el ucraniano padeció: difícil es ser portero del Real Madrid teniendo a gigante belga quien, además de ser un portero a años luz de Lunin, estaba siendo decisivo en eliminatorias de Champions además de servir paradas de mérito que costaron finales de Champions como la de París ante el Liverpool. 

Casi un lustro más tarde, a Lunin le salieron los tres 7 en la máquina de la fortuna. La temporada 23-24 arrancaba con la fatídica lesión de un Courtois que no iba a estar disponible para un técnico italiano que ya ha dejado en más de una rueda de prensa claro que Lunin está siendo de utilidad máxima para este Real Madrid pero que, y cuando volviese el belga, la portería seria para el de centro Europa. Llegados a final de temporada, el dilema crece: Lunin ha estado presente en octavos, cuartos hasta semifinales de Champions, mostrando un nivel espectacular… Courtois por su lado, reapareció ante el Cádiz faltándole rodaje en importantes citas ESTA TEMPORADA (no mal entendamos). ¿Sería de persona desapreciad no servirle en bandeja a Lunin la final de Champions, la cual podría ser su última gran cita con el Madrid (suponiendo una futura venta)? ¿O hay que echar por tierra la temporada de éste y darle los galones a Courtois como bien se ha hecho estas temporadas? 

La última palabra la tiene Ancelotti como bien no la tiene Guardiola con el portero que estará presente en la última fecha del Manchester City contra el West Ham donde se verá si el conjunto dirigido por el entrenador español gana su 6 Premier en 7 años.

El caso del portero hispano-germano es algo más peculiar puesto que Guardiola ha ido confiando más en el ex portero del Arminia Bielefeld que Ancelotti en Lunin. La portería del Manchester City (por lo menos el hueco de segundo portero), ha sido un baile de nombres constante desde la llegada del entrenador catalán al banquillo hasta hace dos temporadas, donde se decidió prescindir de Zack Steffen, quien se ganó a pulso que no se volviese a confiar en él tras la espantosa actuación ante el Liverpool en FA CUP. Tras el desastre copero por parte del guardameta estadounidense (quien fue directamente fulminado tras la eliminatoria), desde Alemania trajo el conjunto del jeque Mansour un portero experimentado que pudiera hacerle la competencia a Ederson (quien iba a seguir siendo titular como bien lo ha estado siendo estas últimas campañas pero teniéndolo en la recámara para las competiciones coperas, donde y como ya sabemos, el Manchester City nos tiene acostumbrados a rotar al llegar a las fases más avanzadas de la competición resguardando así a los jugadores importantes para las fechas finales de liga donde y como nos tiene acostumbrado el conjunto de Guardiola, tiende a pelear por la liga temporada sí temporada también.

Consumado el descenso del Arminia Bielefeld hace cosa de dos temporadas, Ortega llegaría a Manchester besando el santo en su primera temporada: hasta 4 títulos colocaría el portero teutón en su vitrina, sus primeros cuatro títulos siendo imprescindible en uno, la FA CUP, competicón más antigua del mundo que, y desde su llegada, ha servido en bandeja Guardiola al germano donde y además del periplo que ha tenido esta temporada en Premier League (donde ya roza la decena de partidos jugados), ha intervenido de forma magnífica siendo uno de los artífices de que el conjunto Sky-bluf se halle en la final, donde se medirá a un Manchester United en horas bajas donde y por enésima vez, el vecino ruidoso (así llamaba Alex Ferguson cuando el City no era la mínima parte de lo que es hoy) puede volver a meter mano a un United que, si gana la competición copera, salvaría una temporada más donde se ha competido bajo mínimos con una plantilla altamente desequilibrada viendo desde la distancia y nuevamente como el Manchester City con un Ortega SALVADOR bajo los palos (salvador porque ya ha sido protagonista dejando una de las paradas a todo un jugadora como Son en lo que hubiese supuesto el empate y liderato momentáneo del Arsenal) es aspirante a su octava Premier League. 

Pese a ser un portero de nivel infinitamente inferior a lo que un Manchester City debería demandar, sus actuaciones en Champions, pese a la eliminación, han dejado claro que es un futbolista a tener en cuenta: no pudo hacer nada en una tanda de penaltis donde el Real Madrid ganó por la mínima pero sí mantuvo vivas las aspiraciones de tener a su equipo en las semifinales tras una temporada pasada donde se logró el ansiado objetivo de levantar la orejona. Es digno de admirar el crecimiento del Manchester City (ya todos sabemos que a golpe de talonario) pero el verlo en unas semifinales de Champions casi año tras año dejan en evidencia a otros proyectos como Manchester United o PSG, otras entidades con mucho dinero, sin un plan concreto de fichajes (no como el Manchester City que sí tiene a gente contrastada y sabionda en los campos de la contratación de futbolistas) que se han quedado por el camino en lo que es el máximo objetivo de los grandes imperios balompédicos como bien es ganar una Champions League de la que Ortega puede presumir al haber estado presente en la plantilla del pasado año pudiendo contarle como ganador de esta al haber jugado dos partidos en fase de grupos ante Dortmund y Sevilla.

Con contrato hasta 2025, se ha ganado al sector azul de la ciudad la cual ya le ha dedicado un cántico “Ortega we’re here for you” u “Ortega we’ve got” dejando claro que la afición citizen apoya a un futbolista que no será de lo mejor en cuanto a nivel o carisma en la plantilla, pero que rinde como el que más y más sabiendo que e Sun futbolista que vino gratis de un equipo en descenso, todo un descubrimiento. Reflejos de felino y nervios de acero como bien hemos comentado, el Manchester City ha encontrado un portero de emergencias para casos de extrema necesidad como la lesión de Ederson, la cual creó microinfartos en una afición a la que Ortega le ha enchufado el desfibrilador de las buenas actuaciones.

¿Cuál es tu preferido de los porteros suplentes? ¿Ves a Lunin jugando la final de la Champions? ¿Estarán en los planes de sus entrenadores tras la genial temporada de ambos? Todo por decidir, mientras, a disfrutar.