David Quiñones
El malagueño, a pesar de su gran hacer en el campo, sigue sin recibir el llamado de Luis de la Fuente para jugar con “La Roja” y la federación marroquí anda al acecho para nacionalizarlo.*El Real Madrid es uno de los equipos más difíciles en el que jugar. En el Real Madrid no hay paciencia. Te exige rendimiento inmediato y no entiende de período de adaptación ni nada por el estilo.
Y por si fuera poco hacerse un hueco en el once es prácticamente misión imposible, ya que hablamos de un club grande entre los grandes que cuenta con los mejores del mundo en cada posición del campo.Pues bien, si hay que destacar a alguien del cuadro merengue, ese es Brahim Díaz, quien, a pesar de partir como suplente habitual, está sabiendo aprovechar las oportunidades que le está brindando Carlo Ancelotti, si bien es cierto que todo ello ha venido a raíz de las lesiones que han sufrido sus futbolistas predilectos.Cabe destacar que el jugador español llega tras 3 temporadas en el Milan como cedido, en el que ha sido pieza fundamental y con el que ha conseguido un Scudetto. Desde un primer momento, cuando se incorporó a la disciplina madridista, se comentaba que tendría el mismo rol que ocupaba Asensio hasta su marcha al PSG, ese jugador número 12 eficaz que a base de buenos números y buen juego revoluciona partidos estancados.
Sin embargo, la duda residía en si sería capaz de ocupar ese vacío tan grande que dejó el mallorquín con su partida, pues resultaba un jugador de capital importancia a pesar de no salir en los 11 iniciales de “Carletto”. Y desde luego que la duda está más que disipada, pues no hay más que ver el impacto en el juego cada vez que el futbolista de 24 años pisa el césped.Tal es el nivel que está mostrando, que la opinión pública ya lleva un tiempo preguntándose por qué Brahim aún no ha ido con la selección, teniendo en cuenta que en cualquier momento puede ser convocado por la selección de Marruecos ya que también posee dicha nacionalidad, por lo que la amenaza seguirá latente hasta que no debute con Luis de la Fuente, aunque en la RFEF haya tranquilidad y confianza en la predisposición del mediapunta por jugar con su país.