Artículo de David Niebla
Con más de 30 grados en una poco otoñal tarde en la ciudad hispalense, se presentaban Sparta Praga y Real Betis Balompié sobre el verde del Benito Villamarin para disputar el segundo encuentro de la fase de grupos de la UEFA Europa League y era un duelo que se antojaba bonito e importante para ambos conjuntos: los visitantes llegaban desde tierras checas como líderes de grupo y de su liga local dispuestos a dar un susto a la parroquia heliopolitana, mientras que los de Manuel Pellegrini sabían que tenían que ganar para no complicarse la vida en la competición tras su inesperada derrota en Glasgow. Con más de 45.000 personas en las gradas (a pesar del día y horario complicado) y bajo la contienda del colegiado británico Anthony Bloch todo estaba listo para que rodara la pelota.
SPARTA PRAGA: Vindahl; Sorensen, Krejci, Panak; Wiesner, Laçi, Kairinen, Rynes; Birmancevic, Haraslin y Kuchta. Salía con todo Brian Priske para buscar la machada en el Benito Villamarin. Vestían con su segunda equipación.
REAL BETIS BALOMPIÉ: Rui Silva-Miranda-Germán Pezzella Marc Roca-Aitor Ruibal-William Carvalho-Guido Rodríguez Isco-Abde-Assane-Borja Iglesias. Rotaciones, obligaciones y merecimientos en el once que sacaba Manuel Pellegrini.
Antes de comenzar el encuentro se homenajeaba a Guido Rodríguez y Marc Bartra por sus 150 partidos con la entidad verdiblanca. Ambos importantes en el crecimiento del club en los últimos años. El himno de la Europa League y el del Real Betis Balompié retumbando a capella fueron el prolegómeno ideal para que comience el espectáculo.
En la primera jugada del encuentro saltaba la mayor de las sorpresas: balón perdido en la medular verdiblanca y que en dos toques, Kairinen primero y Birmancevic después, convertirían los visitantes en el 0-1 que sentaba como un jarro de agua helada al equipo bético. Tocaba remar de nuevo en Europa. El peor síntoma local era no despertar tras el tanto y provocar una nueva llegada en botas de Rynes que no controlaba y el balón iba a las manos de Rui Silva. Sin embargo el fútbol es caprichoso porque un fallo garrafal de Vindahl al intentar despejar un balón largo de Guido Rodríguez dejaba el balón en las botas de un Assane Diao tocado por una varita mágica que hacía su tercer tanto en tres partidos con el primer equipo verdiblanco. En el minuto 11 vería amarilla Guido Rodríguez por una dura entrada sobre Laci. Frenético inicio en tierras sevillanas.
Cumplido el cuarto de hora Lukas Haraslin recibía la primera cartulina de los suyos por un pisotón a William Carvalho. Intentaban pausar el partido por momentos ambos equipos dosificando algo de físico e intentando llevar la iniciativa del juego en el centro del campo. El Sparta le buscaba la pelota al Real Betis y la estaba encontrando. En el minuto 23 era el colegiado el que ordenaba la pausa por hidratación cuando el termómetro marcaba 35°.
Cuando el Villamarin recordaba a Miki Roqué, como cada minuto 26, Borja Iglesias probó fortuna pero su disparo se marchaba bastante desviado de la meta rojinegra. Pasada la media hora de juego se sucederían llegadas con peligro en ambas áreas pero ni Assane Diao ni Kuchta acertaban con la portería rival. Otro fallo grotesco en defensa hacia que Panak, a puerta vacía desde el centro del campo, fallara el clamoroso 1-2. Se salvaba el Real Betis de irse por detrás al descanso. La falta de intensidad condenaba al fracaso al equipo local de no cambiarlo en el descanso ya que los checos ganaban todos los duelos divididos.
Se añadían cinco minutos a la primera mitad y Abde se encontraba la última ocasión antes de la pausa pero no conseguía marcar. Assane Diao veía cartulina por gestos ostentosos de protesta tras una falta rigurosa en contra. Quedaban 45 minutos para buscar la victoria ante un rocoso Sparta Praga que también veía amarilla por mano antes del final, en la figura del goleador Birmancevic.
La segunda mitad se iniciaba con doble cambio en el Real Betis: Ayoze entraba por Abde y Abner por Miranda para buscar cerrar y aprovechar aún más la banda izquierda de los verdiblancos. Isco Alarcón tendría la primera ocasión de la segunda parte con una falta directa que se marchaba a la derecha de Vindahl. Seguía nervioso el Betis atrás y Pezzella tenía que salvar providencialmente el 1-2 de Sorensen. Aitor Ruibal se apuntaba una nueva amarilla por cortar de raíz un contragolpe checo en el minuto 58. Pellegrini seguía moviendo el banquillo y dando descanso al recién incorporado tras lesión William Carvalho por el que entraba Andrés Guardado. Angelo Preciado entraba en el Sparta por Wiesner para buscar profundidad por banda derecha.
Isco daba nuevas muestras de su calidad con un disparo tras caño que tocaba el larguero de la portería visitante. A balón parado la volvía a tener el Real Betis y a falta de 25 minutos rugía y apretaba el Benito Villamarin en busca del 2-1. En el minuto 67 una nueva triple ocasión local que entre defensas y portero lograban neutralizar. El goleador Birmancevic dejaba su lugar a Pesek antes de la pausa de hidratación. Ahora sí, el Real Betis estaba mereciendo el triunfo.
A falta de 15 minutos el dominio era ya absolutamente bético y el 2-1 se antojaba cercano. Pitos y aplausos para un desacertado Borja Iglesias que era sustituido por William José. En el minuto 76 la amarilla era para Matej Rynes.
En el minuto 80, se hacía justicia y marcaba un auténtico golazo de testa, Isco Alarcón y el Real Betis adquiría ventaja en el luminoso por primera vez en esta Europa League. Ahora sí, el Benito Villamarin era una auténtica fiesta de fútbol celebrando el triunfo de su equipo. Pero aún quedaban 10 minutos y Pellegrini aseguraba metiendo a Bellerin por Assane Diao.
Pero por suerte para los intereses verdiblanco nada destacable iba a suceder y se llevaban los primeros tres puntos europeos de la temporada. Se quedaba así con tres puntos y con los mismos quedaba su rival el Sparta, el Aris y el Rangers tras la victoria chipriota. Grupo bonito y el Real Betis con la moral alta para visitar el domingo Mendizorroza.