La recuperación de Nicolás De la Cruz es realmente un enigma en River y también en la selección de Uruguay. Tiene cierta lógica porque la trombosis venosa que sufre el volante de 24 años en su pie izquierdo se trata de una lesión poco habitual para un futbolista, aunque la situación no deja de generar preocupación en el cuerpo técnico de Marcelo Gallardo y sobre todo en el propio jugador.

Porque lo más inquietante es que está llevando a cabo una recuperación muy lenta, que ya suma 29 días, y aún no cuenta con un tiempo estimado sobre cuándo podrá volver a las canchas, ni siquiera después de los nuevos estudios que le realizaron en las últimas horas.

Con el diagnóstico consumado el crack de Uruguay se movió en forma muy liviana con el objetivo de que se diluya el coágulo de sangre en su pie zurdo: sólo realizó trabajos en el gimnasio, más que que nada enfocados del tren superior, y desplazamientos de menor intensidad en el campo. Por eso, el Muñeco ya sabe que no podrá contarlo para ninguno de los tres partidos de la semana próxima (el domingo ante Platense, el jueves contra Racing y el el domingo 29 frente a Central) y tampoco proyecta el retorno del decisivo volante para las fechas finales de la LPF, al menos por ahora.