Por Juan Sempere
Solo faltan 9 jornadas para que finalice la temporada y el Valencia continua en una crisis que no parece tener fin.
Con el transcurso del tiempo, la situación que vive el Valencia va llegando a más personas, y son más las que se compadecen de la situación del club por las diversas crisis que está viviendo. La primera comenzó en octubre de 2014, con la llegada de Peter Lim a Mestalla, qué salvo pequeños destellos gracias a gente de fútbol, el Valencia ha ido cayendo hasta una situación desastrosa.
La pasada derrota ante el Sevilla fue el detonante con el que el valencianismo explotó. La más que evidente inactividad directiva sobre la plantilla hace que el Valencia sufra mucho al final de los partidos. Toda la culpa es de Peter Lim y la directiva, por no dar el famoso “OK” y no negociar como es debido las llegadas y salidas del club.
Esto, se sumó al escándalo arbitral sufrido el pasado domingo. Un gol no anulado tras una clara falta previa sobre Yunus Musah del goleador Loïc Badé, una mano que cortó en área rival una ocasión de gol clarísima de Samu Castillejo que no acarreó penalti. Por último, la expulsión de Ilaix Moriba por una entrada, que, aunque dura, no era merecedora de roja.
Mestalla protestó con ímpetu y se desahogó al acabar el partido en los aledaños de Mestalla, indignados e impotentes al ver que su amado club se está hundiendo, y solo pueden animar y observar como pasa el tiempo. De todas maneras, aun queda tiempo, y el próximo domingo en Elche hay una nueva “final”.