Quique Monleón Ciurana
Valencia gana pero sufre ante un Básquet Girona que, perfectamente, pudo llevarse un partido igualado hasta el último cuarto. Con un Chris Jones más que recuperado de su lesión, el conjunto de Pedro Martínez sueña con ser líder de una ACB donde el conjunto taronja aún no ha perdido en su feudo.
Valencianos y catalanes llegaban a la décima jornada de ACB en dinámicas diferentes. El equipo local, tras vencer en su duelo de entre semana, el conjunto de Pedro Martínez volvía a la competición doméstica tras vencer de forma solvente a Baskonia en el Buesa Arena y empezando una semana de doble partido correctamente la semana tras su victoria en Eurocup. El seguir en los puestos de renombre de la ACB pasaba por ganar a un Girona que, pese a los malos resultados obtenidos hasta el momento, sería un hueso duro de roer.
Primer cuarto
Con un triple de Sergio de Larrea iniciaba un partido donde el conjunto local buscaría tener la mayoría de ocasiones. Anteriormente a la canasta del equipo valenciano, ambos conjunto tuvieron sus respectivas llegadas, no siendo abierto el marcador, hasta llegados el segundo minuto de juego, donde al internacional español, se le sumaria Costello, poniéndolo un 5-0 cómodo por el momento, pese al buen hacer gerundense en canasta valencianista.
Debida la presión de encontrarse en posiciones de descenso, Básquet Girona saldría al partido sin nada que temer. Pese a no encontrar la fórmula de convertir los electrizantes contragolpes, en puntos, los norteños se hacían fuertes, siendo un triple de Jaime Pradilla, lo que daría una estocada moral a un equipo bien plantado sobre el parqué q8ue abriría su marcador metidos en el ecuador del primer cuarto con una cabalgada fugaz por parte de Marcos.
Llegados al ocaso del primer cuarto, los de Fotis Katsikaris conseguirían darle la vuelta al partido ya que aprovecharían el poco acierto tenido un Valencia que se había diluido tras el inicio correcto de encuentro. Un Durham providencial sería lo mejor de su equipo en un primer cuarto que llegaría a su fin con un sorpresivo 21-22, reflejándose en el marcador, lo que había sido los primeros 10 minutos de juego: un Girona de menos a más que pillaría las espaldas de un Valencia insuficiente pero con tiempo para darle la vuelta al electrónico.
Segundo cuarto
El segundo cuarto iniciaría de forma homogénea a lo visto durante la primera estancia: ambos conjuntos se daban golpes entre sí, siendo y al igual que durante primer momento, Valencia quien se haría con el control de un balón que, y a diferencia de lo visto anteriormente, sí le apetecía entrar en ambas canastas, llegándose a los 5 minutos finales, con un más que ajustado 32-32 tras una buena internada a canasta por parte de Jean Montero, que volvía a ser el director de orquesta del juego taronja y un triple estratosférico por parte Sibande.
Plantados en el último tercio de primera mitad, Girona volvería a asomar la cabeza en un segundo cuarto donde el conjunto de casa, a diferencia de muchos pretéritos encuentros, no logrará hacerse dueño y señor de lo que se practicaba. Un William Howard que estaba haciendo polvo la línea de 3 del conjunto local y, en general, un planteamiento muy coral por arte del entrenador griego, harían realidad que la ventaja alcanzada a base de aprovechar la debilidad defensiva local, fuera aquella con la que nos iríamos al descanso donde Valencia debería remar más de lo esperado para llevarse la victoria.
Tercer cuarto
A velocidad de crucero iniciaría la segunda mitad un Valencia Basket que, tras hacer aguas durante diferentes tramos de la primera mitad, conseguiría adelantarse con un gran triple de Costello al que se le sumaría nuevamente Jean Montero que dejaría una gran bandeja tras entrar a canasta sin mucha oposición rival.
Encontrándonos a poco menos de 1 minuto para adentrarse en el desenlace final, lo visto durante el tercer cuarto no fue más que una continuación de lo visto en la primera mitad. Un Valencia mucho más acertado, conseguiría ponerse por delante tras coquetear con la desventaja en varias ocasiones. Por su lado y pese a que el rodillo local empezó a notarse, los visitantes, seguían permitiéndose soñar pese a que su rival tuviese la sartén por el mango. A pesar de la lesión de Sergi Martínez, que debió retirarse lesionado, el conjunto dirigido por Fotis Katsikaris permanecía siguiendo la estela de su rival, al que desestabilizaba defensivamente dado el “Pick & Roll” practicado el cual no estaba siendo más que una de las formulas para entender el buen rendimiento durante la media hora realizada hasta el momento.
Pese al buen hacer gerundense, la mejoría ofensiva local fue notable. Habiendo sonado la bocina que indicaba la llegada del último cuarto, la ventaja para los de casa era de 10 puntos, indicios que la efectividad no había hecho más que mejorar, siendo más que de ayuda para un Valencia al que pareció haber desatascado el partido en el ocaso del tercer cuarto tras haber dado comba a su rival durante casi 25 minutos.
Último cuarto
Tras encontrarse el partido en un puño durante varias estancias, el último cuarto serviría de lanzadera al triunfo por parte de un Valencia que había estado a años luz de su rival en la segunda mitad, siendo una de las causas de la ventaja local (85-71 llegados a los últimos 5 minutos de partido), no otro que Chris Jones. El base con pasaporte armenio, encestaría dos triples que, además de engrandecer la victoria de Valencia a más de 10 puntos, se colocaba en 13 puntos a falta de 5 minutos para el final, números a destacar y que catapultan anímicamente a un jugador castigado por las lesiones.
A escasos 2 minutos del pitido final, Chris Jones, con un nuevo triple, incrustaría los 90 puntos para Valencia Basket que “había resurgido de las cenizas” cuando peor estaba y que oficializaría más si cabe su victoria con otro gran triple, en este caso, por parte de Ojeleye, que conseguiría hacer de la Fonteta, una verdadera fiesta tras el mal trago que siempre supone encontrarse con un rival que, pese a no ser de “tu liga” (hablando mediante términos de clasificación”, te plantea un partido donde te tiene contra las cuerdas.
Con Girona ya dado por vencido, Costello pondría los 20 puntos de diferencia (diferencial con el que acabábamos el partido) y Jaime Pradilla cerraría una nueva gran victoria por parte de un Valencia Basket que sabía que iba a sudar y que acabo sudando más de lo esperado para ganar a un Girona que acabó pidiendo la hora negativamente. ¿Puede este Valencia pelear la liga?