El delantero, de 28 años, tiene contrato con el Fortín por dos temporadas más, hasta diciembre de 2023, pero ya le avisó a la dirigencia que quiere irse, algo que también le había manifestado hace dos semanas atrás al entrenador, Mauricio Pellegrino. Siente que su ciclo en el club está agotado, que no lo valoraron como se merece y no está conforme con los pocos minutos que sumó en el último semestre.
Desde Vélez, en tanto, también creen que la estadía de Ricky Centurión no da para más y le dijeron que busque alguna oferta para salir en este mercado, al tiempo que le sugirieron que no descarte posiblidades de emigrar.
La gran traba que tiene su próximo adiós es que Vélez está obligado a comprarle otro 10 por ciento de su ficha a Racing, valuada en 400 dólares, si es que el jugador permanece en Liniers para comienzos de 2022. Ya a mediados de 2020 le habían pagado a la Academia 1.6 millones de dólares por el 40 por ciento. Por lo pronto desde Avellaneda tampoco hubo movimientos como para tratar de repatriar al delantero.